Magdalenas de leche evaporada

Una de las meriendas favoritas en casi todos los hogares suelen ser las magdalenas, además las más deseadas son las tradicionales, esas clásicas magdalenas cuyo horneado impregna de un olor maravilloso toda la casa.  Hoy nuestra receta tiene ese tinte clásico del dulce tradicional, y es que no hay nada como una deliciosa magdalena casera.

Los ingredientes de la receta son de los más sencillo, y casi siempre disponemos de ellos en nuestras despensas, huevo, harina, azúcar, aceite y leche evaporada ideal, algo perfecto que resulta perfecto para prepararlas en cualquier momento.

Uno de los ingredientes que hemos introducido es la leche evaporada ideal, con la que hemos conseguido un resultado perfecto, ya que nos han quedado tan esponjosas y tiernas gracias a la ligereza a la leche que estamos pensando en ponerla en muchas otras recetas.

Ahora se me ocurren mil usos para darle a la leche evaporada ideal, como una buena salsa cremosa, para el relleno de las quiches, una lasaña, un rico flan o para los bizcochos.

Además esta leche evaporada ideal es más ligera que la nata, más cremosa que la leche y no tiene gluten, algo fantástico sin duda, y con el nuevo formato que tiene podemos guardarla tranquilamente en la nevera ya que gracias al nuevo tapón es fácil de abrir, cerrar y conservar.

Estas magdalenas admiten muchas variaciones, si tenéis niños en casa, seguro que les apetecen con unas chispas de chocolate o rellenas de mermelada y siempre quedan ricas aromatizadas con ralladura de limón, de naranja o un toque de canela.  

Y ahora vamos con la receta

Magdalenas de leche evaporada

260 gr. de huevos (unos 5 huevos, deben de llevar la mismas cantidad que de azúcar)
260 gr. de azúcar
Ralladura de 1 limón
100 ml. de leche evaporada ideal
260 gr. de aceite de girasol
15 gr. de levadura
360 gr. de harina

En un bol añadimos los huevos y el azúcar y batimos con la ayuda de un robot de cocina durante 15 minutos hasta que veamos que nuestra masa es esponjosa, pálida y duplica su volumen (el éxito de estas magdalenas es conseguir añadir aire a la masa y esto sólo lo vamos a conseguir batiendo muy bien estos ingrediente), cuando estemos en la mitad del batido, añadimos la ralladura de limón y seguimos batiendo hasta completar el tiempo.

Seguidamente añadimos la nata y el aceite y batimos bien hasta que nuestra masa esté homogénea.

Para finalizar añadimos la harina y la levadura y volvemos a batir hasta que nos quede integrada uniformemente.

Dejamos reposar nuestras magdalenas durante 5 minutos.

Ponemos las cápsula de papel en el molde y añadimos rellenamos los mismos en un tercio de su capacidad. Las espolvoreamos generosamente con azúcar.

Calentamos el horno a 230 grados, introducimos nuestro molde y justo en ese momento bajamos la temperatura a 210º.  Las horneamos en la parte baja del horno durante 15 minutos, aproximadamente.