Bollos de leche caseros
Esta es una de nuestras recetas favoritas para una merienda o desayuno, los bollos de leche caseros recién horneados son tan buenos que es imposible resistirse y acabarás comiéndote una bandeja si es que los demás te dejan.
El levado es bastante corto para este tipo de bollos por lo que no vas a encontrar excusa para atreverte con ellos, simplemente sigue los pasos y tendréis unos maravillosos bollos, muy tiernos y con el inconfundible aroma de la panadería tradicional.
Si además aprovechas y los rellenas con un poco de dulce de leche o alguna confitura se convertirán en un bollo delicioso y completo, perfecto para acompañar con un té o café.
Receta de bollos de leche caseros
INGREDIENTES
425 g de harina de fuerza
18 g de levadura fresca prensada
una pizca de sal
175 ml de leche
75 g de azúcar blanquilla
pie de una naranja
50 g de mantequilla derretida
2 huevos
Llevamos la leche a ebullición y retiramos, una vez templada, desliamos en la leche la levadura con una cucharita de azúcar y la piel de la naranja.
Mientras preparamos el resto: mezclamos en un bol la harina, el resto del azúcar y la sal. Hacemos un volcán con la harina, en el centro echamos los huevos, la leche y la mantequilla. Amasamos a mano o con ayuda de un robot.
Si es a mano, amasaremos durante 20 minutos, hasta que consigamos una masa elástica, si es con robot en 10 minutos conseguiremos la masa perfecta.
Preparamos un bol con un poco de harina y echamos la masa, espolvoreamos con un poco de harina por encima y tapamos con un trapo. Dejamos en un lugar cálido durante 90 minutos o hasta que doble de volumen.
Una vez pasado este tiempo, volvemos a darle un amasado para desgasificar la masa y estiramos la masa de 1,5 cm aproximadamente de altura.
Cortamos círculos con ayuda de un cortador de unos 12 cm.
Los vamos colocando en una bandeja para hornear con papel para horno y dejamos que doblen de volumen (aproximadamente 30 minutos)
Horneamos a 200º durante 6 minutos.
Cuando estén listos, dejamos que enfríen en una rejilla. Una vez fríos pintamos con un poco de mantequilla derretida y espolvoreamos azúcar por encima.
Se rellenan de dulce de leche con ayudar de una manga pastelera y una boquilla de relleno.
También son exquisitos sin ningún relleno.
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